Circuito de Yepes.
Harta de barbas y gente cool, me desperte este sabado con la necesidad de volar. Aterrice sin querer en el circuito de Yepes, un lugar en medio de la nada al que cualquiera diria que nos encontrabamos en pleno desierto de Nevada. Sali de alli con la cara llena de polvo y pensando: "dejad que los niños se acerquen a mi".